Escuchamos la entrevista que conduce Chuck Wolfe a los pioneros en publicar, sobre lo que hoy día, llamamos Inteligencia Emocional. Peter Salovey – Rector de la Universidad de Yale-, Jack Mayer -Psicólogo de la Universidad de New Hampshire- y David Caruso – psicólogo, consultor e investigador en Yale.
Peter y Jack comparten como empezaron a involucrarse en este campo. Comentan que estaban realizando un estudio sobre estados de ánimo y emociones y cómo estos afectaban a la parte más cognitiva. Ya en sus inicios, vieron que el hecho de experimentar una emoción cambiaba el foco de atención, afectaba a la memoria, impactaba en la toma de decisión…Descubrieron diversidad de fenómenos distintos al conducir diferentes experimentos. Uno de los estudios que condujeron, se centraba en cómo al poner a la gente en un estado de ánimo, esto afectaba a su retención de información.
En ese momento, tanto Peter como Jack compartían sus inquietudes en este campo.
Por casualidad, se encontraron el verano de ese año en North Carolina en una conferencia y a raíz de ese encuentro, decidieron escribir un artículo que titularon “Inteligencia Emocional”. Unos meses más tarde, después de varias revisiones, consiguieron publicar.
Unos años más tarde, Daniel Goleman se interesó por el tema y escribió su conocidísimo libro “Inteligencia Emocional” y es cuando el término se convirtió en popular.
Los autores revelan en la entrevista que estaban encantados que la gente encontrará este nuevo constructo IE interesante.
Y, como suele pasar, después surgieron dudas, inquietudes y empezaron las presiones del exterior, ya que no podían explicar científicamente este nuevo concepto hasta que demostraran que era medible y que tenía capacidad predictiva.
Hoy en día sabemos que la IE se puede medir con diferentes herramientas, una de ellas es el MSCEIT, y que puede predecir: mejores relaciones sociales, mejor efectividad en el liderazgo, mayor número de relaciones de calidad, mejores niveles de salud, menor consumo dogras, menos estrés, toma de decisiones más efectiva.
Entonces, intentaron seguir buscando lo que era realmente difícil de localizar, lo que entonces se denominaba la 3ª inteligencia.
Hasta el momento, en psicología clínica se había utilizando el modelo Wechsler Adult Intellingence Scale que contemplaba dos tipos de Inteligencia: la inteligencia verbal y la inteligencia de rendimiento (Verbal IQ and Performance IQ)
En esa etapa, había mucha especulación, se intentaba averiguar y testear lo que se creía que era esta 3ª inteligencia, ya que las dos anteriores se había comprobado que no lo explicaban todo. Pero era complejo demostrar lo que entonces de nombró Inteligencia Social, aunque no se avanzó en esta dirección porque no se diferenciaba bien como constructo y creían que iba ligado a la inteligencia verbal.
Sin embargo, los expertos en el campo seguían investigando ya que en sus mentes tenían la certeza que había algo más. Diferentes personas reconocidas investigaban en este ámbito, por ejemplo Mayer y Salovey comentan que se inspiraron en Howard Gardner quién habla de Inteligencias múltiples, y entre ellas, se encuentra la Inteligencia Emocional Interpersonal.
Fueron años de investigación, aseguran Peter y Jack.
Y finalmente se unió a ellos David Caruso quién también ayudó a diseñar el test basado en modelo de Habilidades de la Inteligencia Emocional (MSCEIT). Este test mide tu CE (Coeficiente Emocional) al evaluar las habilidades y subhabilidades que contempla el modelo.
1) Identificar las emociones
2) Usar las emociones
3) Entender las emociones
4) Manejar las emociones
El entrevistador comenta que en sus años de terapeuta, un test como el MSCEIT habría mejorado, por ejemplo, las relaciones de pareja. Nos explica una anécdota de una pareja que acude a su sesión terapéutica argumentando que su marido no sabe lo que siente, que no la entiende.
En un caso como éste, al pasar un test como el MSCEIT permitiría evaluar cuan hábil es esta persona en identificación y probablemente saldría una puntuación baja. Chuck se pregunta cómo esto podría cambiar el enfoque de la mujer al comprender que no es que su marido no la quiera entender, sino que no tiene la habilidad desarrollada.
Explican los autores del test que éste refleja las habilidades existentes y las deficiencias y David Caruso nos explica cómo hacen las devoluciones del perfil en las organizaciones.
La profesionalidad de expertos como David nos muestran como un buen uso de la herramienta permite empoderar a la gente y conseguir que se consigan buenas resultados. Según su experiencia, el momento de hacer la devolución del perfil es un momento delicado y David comparte con sus clientes que el test permite generar preguntas e hipótesis de su habilidades y de allí indagar en las tareas, rutinas, hábitos diarios de la persona para así conocer cómo realmente esta habilidad o falta de ella afecta en su día a día. De esta manera, no se observa el perfil con una perspectiva limitante o como falta de una supuesta habilidad.
Lo mejor de este modelo es que no importa desde dónde se parta, que siempre se puede mejorar. Además, si averiguas que no eres bueno en una habilidad o subhabilidad siempre puedes aprender a desarrollar estrategias compensatorias, tal y como asegura David.
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¿Tienes un reto o problema en una relación con alguien? Analiza qué habilidad no se está poniendo en práctica por parte de una de las partes o las dos. Cualquier problema emocional tiene solución. Cuando existen tensiones o conflictos en la relación entre dos personas o un grupo es porque no se está utilizando alguna de las 4 habilidades de la Inteligencia Emocional.
- Las partes no están revelando cómo se sienten? Alguna de las partes no interpreta bien como está el otro? No sabes lo que le pasa al otro? es un problema del IDENTIFICAR.
- No sabes qué quiere la otra persona? No sabes que desea sentir la otra persona? No te atreves a decir lo que te gustaría experimentar o necesitas sentir en el marco de esa relación? La otra persona insiste en que no te pones en su lugar? es un problema del USAR.
- No sabes por qué alguien se siente así? No revelas qué te hace sentir de determinada manera? no revelas cómo te hará sentir o como evolucionarán tus sentimientos si las cosas no cambian? es un problema del ENTENDER.
- No sabes cómo generar la emoción adecuada en el otro? sabes lo que quieres hacerle sentir pero no lo consigues? Lo intentas pero no con el resultado esperado? No lo habéis hablado suficientemente hasta encontrar una solución? Cada vez que habláis del problema e intentáis analizarlo lo hacéis bajo estrés? es un problema del MANEJAR.
Te queremos inspirar con este consejo a que todos a través de la Inteligencia Emocional podemos tener relaciones más gratificantes y conflictos menos duraderos. El modelo de habilidad te ayudará a diagnosticar con mayor rapidez donde está el núcleo del problema para poder tener una estrategia en el Identificar las emociones, Usar las emociones, Entender las emociones o Manejar las emociones.